El tarot es usado desde tiempos antiguos para servir de guía a quienes iban
a la guerra para la toma de importantes decisiones. Es así como los jefes
de Estado o monarquías recurrían a sus guías espirituales en busca de algún
tipo de orientación sobre qué decisión tomar.
Buscando una guía
Hoy en día también es así, quien acude a este tipo de servicio la mayoría
de las veces lo hace en busca de una especie de consejo sobre un tema en
específico. Para saber por qué decidirse y cómo proceder, buscando poder
obtener los resultados deseados.
El tarot se trabaja atrayendo la energía del consultante sobre lo que le
pregunta a las cartas respecto a sus dudas o incertidumbres. Entonces éstas
responden. Alguna vez leí por allí que una tarotista con bastante
experiencia decía que las barajas no se equivocan; no obstante, se puede
equivocar es el tarotista al momento de transmitir el mensaje dado por
ellas.
Para tomar decisiones
Así que si en el momento de tener una duda y querer decidir cómo actuar es
una opción, pero no debes convertirlo en una opción predeterminante. Con
esto quiero decir que no vas a recurrir a él a cada instante que necesites
o se requiera de una decisión importante.
Porque de manejarse así usted se habría convertido en alguien sin poder de
decisión propia, lo cual desde todo punto de vista termina siendo
perjudicial y nada positivo o beneficioso para la persona en cuestión.
Al final esto es una cuestión personal de cómo decida usted llevar su vida.
Si decide o no recurrir al tarot y en qué momento hacerlo, nadie tiene
derecho a criticarlo o juzgar su accionar y todos los puntos respecto a un
mismo tema en particular merecen el mismo respeto. A veces uno está rodeado
de gente prejuiciosa que te critica sin más.