25-06-2017, 11:58 AM
Estaba pasando por una situación muy complicada con mi madre, quien enfermó gravemente. Sentía que no podía dejarla transitar hacia un nuevo plano físico con su muerte y me aferré mucho a ella. Esos meses fueron más difíciles para mí que para ella, pues no quería dejarla partir.
Sentía mucha tristeza, que no había hecho lo suficiente por salvarla o mejorar su calidad de vida en el ocaso de su existencia.
Consulté entonces a un tarotista de calidad
Yo no podía saber si en realidad esta tarotista era buena puesto que, era la primera vez que la consultaba. No quería sino intentar comprender qué hice mal, por qué no pude ayudar a que se salvara de la enfermedad que tenía.
El vidente que me atendió en el tarot por teléfono, me dio una prueba inmediata de la calidad de su lectura: me habló de la muerte de mi madre y cómo había sido. En ese sentido, prosiguió conversando conmigo, indicándome que acudía a la lectura de la tirada de cartas del tarot precisamente porque me sentía mal conmigo misma, echándome encima la muerte de mi amada madre.
Lloré y hallé la paz
En ese momento no hice más que llorar, como un bebé. El vidente me tranquilizó y me explicó qué debía hacer para encontrar la sanación interior, pues la muerte de mi madre era, sencillamente, inevitable.
Me dio los pasos para hacer un ritual de sanación que me apalanque emocionalmente en mis fortalezas. Este es el paso definitivo hacia una vida feliz, en la cual pueda ver más allá del sufrimiento.
Este tarotista es de total calidad y confianza, especialmente porque es preciso en sus palabras y muestra pruebas veraces de las revelaciones que le hacen los arcanos, respecto a la vida e intimidad de sus consultantes.
Sentía mucha tristeza, que no había hecho lo suficiente por salvarla o mejorar su calidad de vida en el ocaso de su existencia.
Consulté entonces a un tarotista de calidad
Yo no podía saber si en realidad esta tarotista era buena puesto que, era la primera vez que la consultaba. No quería sino intentar comprender qué hice mal, por qué no pude ayudar a que se salvara de la enfermedad que tenía.
El vidente que me atendió en el tarot por teléfono, me dio una prueba inmediata de la calidad de su lectura: me habló de la muerte de mi madre y cómo había sido. En ese sentido, prosiguió conversando conmigo, indicándome que acudía a la lectura de la tirada de cartas del tarot precisamente porque me sentía mal conmigo misma, echándome encima la muerte de mi amada madre.
Lloré y hallé la paz
En ese momento no hice más que llorar, como un bebé. El vidente me tranquilizó y me explicó qué debía hacer para encontrar la sanación interior, pues la muerte de mi madre era, sencillamente, inevitable.
Me dio los pasos para hacer un ritual de sanación que me apalanque emocionalmente en mis fortalezas. Este es el paso definitivo hacia una vida feliz, en la cual pueda ver más allá del sufrimiento.
Este tarotista es de total calidad y confianza, especialmente porque es preciso en sus palabras y muestra pruebas veraces de las revelaciones que le hacen los arcanos, respecto a la vida e intimidad de sus consultantes.